Hace un año escribí un pequeño análisis sobre las cuentas de 2021 (que realmente comenzaba con 2020). Este año vuelvo a hacerlo, más que nada por no dejar el análisis a medias. Las tendencias sólo se aprecian cuando se examinan varios años.
También he preferido esperar a publicarlo a que las cuentas estuvieran disponibles en el portal de Transparencia de la FEDA, algo que ha ocurrido con sorprendente y agradable celeridad, estando visibles menos de 48 horas después de su aprobación por la Asamblea General.
Sin más, el análisis a modo de anotaciones (conclusiones al final, para los impacientes). Espero que sea de ayuda para quienes quieren acercarse a un problema en ocasiones complejo.
- El Patrimonio Neto ha visto frenada su dinámica de reducción y ha aumentado ligeramente, de 13 mil a algo más de 14 mil. Un punto a favor que frena el camino hacia un patrimonio negativo.
- El Fondo de Maniobra, que es la estimación de la liquidez en el plazo de un año, venía de cifras negativas desde 2020 (por tanto, una estimación de que la liquidez iba a empeorar). La cifra negativa se ha reducido de 25 mil a 17 mil euros, pero ahí sigue la estimación a futuro sin mejorar demasiado y aproximando que en el futuro pudiera no haber dinero para pagar las deudas (como el año anterior, nótese el uso del subjuntivo, no es una certeza sino una indicación).
- Toda la deuda continúa siendo con vencimiento a corto plazo, esto es, vencimiento inferior a un año. Y aquí llega un dato nada bueno: hay un 18% más de deuda que el año anterior (unos 53 mil euros de más). Por su vencimiento esta deuda tiene que renegociada o renovada cada año. Y está aumentando.
- Si ponemos esta deuda a corto en proporción a los recursos que se generan, esto es, sobre el total de ingresos (incluyendo subvenciones) y exclusivamente sobre cifra de negocios (ingresos por actividad), mejora ligeramente sobre el año anterior y supone un 30% y un 55%, respectivamente. En otras palabras, si se quisiera devolver íntegramente habría que destinar ese porcentaje de los ingresos en cualquiera de las dos variantes (e igual que el año pasado recuerdo que es toda deuda con vencimiento a un año). Eso sí, que habiendo subido la deuda los porcentajes se rebajen ligeramente es una buena señal, porque han subido los ingresos. Ojalá la tendencia se mantenga.
- Empeora (aún más) la composición de la deuda a corto (que es toda la deuda). Sigue reduciéndose la deuda bancaria, pero esta reducción en un contexto de aumento general de la deuda se traslada a un aumento de las deudas con entidades afiliadas de 27 mil (FIDE, federaciones autonómicas, clubes y deportistas) y con prestadores de servicios (¡47 mil!). Y ojo que estas cifras son las variaciones de un año a otro, la cifra pendiente de pago al cierre de 2022 a estos dos grupos asciende a un total de 227 mil euros. Si se prefiere dicho de otra manera: esos dos grupos están financiando las actividades de la FEDA actuando como prestamistas a tipo de interés cero y, probablemente, con aumentos en los plazos de pago (como muestran los plazos medios de las cuentas anuales, de 77 a 89 días de media).
- Los gastos de explotación han aumentando en un 22% (unos 206 mil euros), casi íntegramente concentrados en servicios exteriores (+89 mil) y otros gastos de gestión corriente (+131 mil). Del desglose parece que las causas están, por orden de importancia en desplazamientos de deportistas, árbitros y técnicos (+94 mil), cuotas de inscripción a organismos internacionales (+47 mil), otros gastos (+44 mil) y gastos de viaje de órganos de gobierno (+29 mil). Parece que el fin de las restricciones y la vuelta total a la normalidad se ha hecho notar en los gastos de actividad, porque es evidente que los deportistas, árbitros y técnicos han viajado mucho más que en 2021 (sí, los precios han subido, pero no tanto), y también en las cuotas a organismos internacionales (supongo que será por eso). Respecto al otros gastos, contablemente todo lo que lleva el adjetivo otros tiene carácter residual de aquello que no ha entrado en los demás apartados de la categoría, y supongo que será convenientemente explicado en la Asamblea; pero es un residuo bastante grande. Y qué decir de los gastos de desplazamiento de órganos de gobierno. Quizá debería decirlo en latín, un idioma adecuado para quienes no se hayan dado cuenta de que estamos en MMXXIII y hace unos años pasó un microorganismo que, además de mucho dolor, nos trajo la generalización de una novedosa tecnología llamada videoconferencia para reuniones no presenciales. Menos dinerito, menos huella de carbono, menos tiempo en desplazamientos. Suele funcionar bastante bien.
- Datos positivo, los ingresos, han dado la talla y han aumentando paralelamente a los gastos. Si tenemos en cuenta todos los ingresos (cifra de negocios y subvenciones), el aumento es de un 24%, cifra casi idéntica al antes comentado aumento de gastos (22%). Si desglosamos entre lo que son propiamente ingresos de la actividad (licencias, inscripciones, cánones, etc) y subvenciones, el aumento de los primeros es del 33% frente al 15% del aumento en subvenciones.
- La pregunta que surge automáticamente es: Si los ingresos y los gastos crecen a la par y el resultado es positivo (hay beneficio, pequeño, un 1,5% de los ingresos totales) ¿Por qué ha crecido tanto la deuda? El detalle de los flujos de efectivo muestra como las entradas y salidas de dinero, tanto en este año 2022 como en 2021 se nivelan y la variación del efectivo es prácticamente nula. El aumento de la deuda no viene por tanto de gastar más de lo que se ingresa o de pagar más de lo que se cobra (puede parecer lo mismo, pero no lo es). Revisando más en detalle aparecen dos causas. Primero, los derechos de cobro a corto plazo están aumentando en una cuantía muy relevante, todos ellos con entidades privadas, y casi equivalente al aumento de la deuda. Los mayores aumentos son con federaciones autonómicas (7 mil) y con otros deudores (38 mil). Como expliqué antes, el concepto otros supone que es algo residual, así que a la vista de las cuentas sólo podemos decir que no procede ni de federaciones autonómicas, ni de clubes ni de licencias. Combinado con la deuda tendríamos un aumento por tú me debes, yo te debo. ¿Alguien sabe si falta liquidez en el sistema ajedrecístico español? 😉 Segundo, hay un aumento de 0 a 21 mil en el apartado Anticipos a acreedores. Esto es debido a entregas a cuenta por gastos jurídicos y contenciosos y supone un gasto contable futuro pero que ya se ha desembolsado. Aparentemente, la mayor parte serían recuperados de una compañía aseguradora. Lamentablemente, pleitear o que te pleiteen no sale gratis. Y por estas cosas se necesita (y se habría necesitado) mayor transparencia. Las propias cuentas informan sobre estos contenciosos iniciados por terceras partes. No informan de si se ha iniciado algún procedimiento desde la Federación contra terceros.
- Un dato cuestionable. El apartado correspondiente a Participaciones y cargos de los miembros de órganos de gobierno en otras sociedades análogas creo que necesita reescribirse con una óptica más amplia. Necesitamos transparencia, no rumorología y cotilleos. Y recordemos que transparencia no es cumplir la ley, es ir más allá y divulgar información con carácter voluntario en aquellas áreas donde pudiera existir controversia. Es la mejor prevención contra las informaciones que puedan circular por cotilleos grupales y mentideros digitales. Un simple vistazo a las noticias de prensa sobre lo que pasa en federaciones nacionales de otros deportes nos muestra la relevancia que debería tener este apartado en cualquiera de ellas (e incluso en las autonómicas). Todo esto ya lo escribí hace un año.
Todos los porcentajes y variaciones se han calculado como cifras nominales, sin tener en cuenta la inflación registrada a nivel nacional en 2022 del 5,9%. Para obtener datos en términos reales debería restarse esta cifra de las variaciones.
¿Qué opinión me merecen las cuentas? Evidentemente, reflejan la imagen fiel de la situación. Así lo dice el informe de auditoría que (esta vez sí) se adjunta con ellas, por lo que cualquier desviación entre cuentas y realidad no debería tener significación (materialidad). Pero reflejar la imagen fiel no indica si la situación es buena, mala o un punto intermedio, simplemente indica un reflejo de la realidad y el resto queda para el análisis.
¿Y qué dice el análisis anterior? Que la situación, sin ser magnífica ni buena, es mejor que en años anteriores. Aunque me preocupa mucho el aumento de deuda. La vuelta a la normalidad ha traído el previsible aumento de ingresos en 2021 y en 2022 y junto con él el paralelo aumento de gastos. Que aumenten los gastos no es necesariamente malo, hacer cosas cuesta dinero, no es gratis. Si los ingresos aumentan al menos en la misma proporción, particularmente los ingresos propios y no las subvenciones, la situación seguirá mejorando. Pero hay que seguir controlando los gastos, que en cualquier entidad siempre tienden a crecer más que los gastos cuando se desata el optimismo 😉 Antes escribí sobre qué gastos habían aumentado, supongo que todos tendrán su porqué (aunque quizá algunos tengan más porqué que otros).
Ojalá la situación siga normalizándose en los próximos años y las cuentas federativas vuelvan a ser (sigan siendo) un tema muy aburrido, pero esta vez por méritos propios y no por desinterés 😉