El juicio porcombate (también conocido como apuesta de batalla, juicio por batalla o duelo judicial) era un sistema del derecho germánico para resolver acusaciones en ausencia de testigos o de una confesión, en la que dos partes en conflicto luchaban en combate singular. El ganador de la pelea era proclamado como poseedor de la verdad. En esencia, se trataba de un duelo judicialmente sancionado. Se mantuvo en uso durante toda la Edad Media europea, y fue desapareciendo de forma paulatina durante el transcurso del siglo XVI.
Así se define en Wikipedia el juicio por combate. Quizá sea que nos encontramos en la Edad Media del streaming ajedrecero, pero esto fue lo primero que se me vino a la cabeza tras conocer la celebración del evento Clash of Claims. Un particular combate entre el excampeón mundial Vladimir Kramnik y el GM mexicano José Martínez (Jospem).
¿Su origen? Kramnik acusando por encima de sus posibilidades a Jospem de hacer trampas en torneos online porque ganaba por encima de sus posibilidades (¿?). No comentaré nada sobre este tema porque la realidad es que soy incapaz de juzgar el juego de un GM de +2700 (y también de menos 😛 ). Aunque si soy capaz de juzgar cuando se pierde una buena ocasión de haber estado callado … pero dejémoslo correr, Kramnik, que se está conviertiendo en algo demasiado frecuente.
Tampoco tengo ni idea de si el origen de este peculiar match se encuentra en el LOL o en el money ; bueno, realmente sí, pero yo no perderé la ocasión de estar callado porque apreció mucho el trabajo de los organizadores y su capacidad para popularizar el ajedrez.
Pero sí tengo claro que no va a servir para llegar a ninguna conclusión. Las acusaciones han de respaldarse con pruebas fehacientes y no con pruebas anecdóticas obtenidas bajo muy distintas circunstancias a las que había cuando se desarrollaron los hechos de los que se acusa.
Y ya está. Un simple evento online, pretendidamente justiciero, realmente intrascendente. Otro día quizá escriba sobre si es buena idea unir los eventos de ajedrez a casinos. Sin duda, en este caso una sede a la altura del evento. En general, negocios unidos a actividades de negativo efecto en la sociedad que pueden utilizar el ajedrez como blanqueante.
Hace un año escribí un pequeño análisis sobre las cuentas de 2021 (que realmente comenzaba con 2020). Este año vuelvo a hacerlo, más que nada por no dejar el análisis a medias. Las tendencias sólo se aprecian cuando se examinan varios años.
Sin más, el análisis a modo de anotaciones (conclusiones al final, para los impacientes). Espero que sea de ayuda para quienes quieren acercarse a un problema en ocasiones complejo.
El Patrimonio Neto ha visto frenada su dinámica de reducción y ha aumentado ligeramente, de 13 mil a algo más de 14 mil. Un punto a favor que frena el camino hacia un patrimonio negativo.
El Fondo de Maniobra, que es la estimación de la liquidez en el plazo de un año, venía de cifras negativas desde 2020 (por tanto, una estimación de que la liquidez iba a empeorar). La cifra negativa se ha reducido de 25 mil a 17 mil euros, pero ahí sigue la estimación a futuro sin mejorar demasiado y aproximando que en el futuro pudiera no haber dinero para pagar las deudas (como el año anterior, nótese el uso del subjuntivo, no es una certeza sino una indicación).
Toda la deuda continúa siendo con vencimiento a corto plazo, esto es, vencimiento inferior a un año. Y aquí llega un dato nada bueno: hay un 18% más de deuda que el año anterior (unos 53 mil euros de más). Por su vencimiento esta deuda tiene que renegociada o renovada cada año. Y está aumentando.
Si ponemos esta deuda a corto en proporción a los recursos que se generan, esto es, sobre el total de ingresos (incluyendo subvenciones) y exclusivamente sobre cifra de negocios (ingresos por actividad), mejora ligeramente sobre el año anterior y supone un 30% y un 55%, respectivamente. En otras palabras, si se quisiera devolver íntegramente habría que destinar ese porcentaje de los ingresos en cualquiera de las dos variantes (e igual que el año pasado recuerdo que es toda deuda con vencimiento a un año). Eso sí, que habiendo subido la deuda los porcentajes se rebajen ligeramente es una buena señal, porque han subido los ingresos. Ojalá la tendencia se mantenga.
Empeora (aún más) la composición de la deuda a corto (que es toda la deuda). Sigue reduciéndose la deuda bancaria, pero esta reducción en un contexto de aumento general de la deuda se traslada a un aumento de las deudas con entidades afiliadas de 27 mil (FIDE, federaciones autonómicas, clubes y deportistas) y con prestadores de servicios (¡47 mil!). Y ojo que estas cifras son las variaciones de un año a otro, la cifra pendiente de pago al cierre de 2022 a estos dos grupos asciende a un total de 227 mil euros. Si se prefiere dicho de otra manera: esos dos grupos están financiando las actividades de la FEDA actuando como prestamistas a tipo de interés cero y, probablemente, con aumentos en los plazos de pago (como muestran los plazos medios de las cuentas anuales, de 77 a 89 días de media).
Los gastos de explotación han aumentando en un 22% (unos 206 mil euros), casi íntegramente concentrados en servicios exteriores (+89 mil) y otros gastos de gestión corriente (+131 mil). Del desglose parece que las causas están, por orden de importancia en desplazamientos de deportistas, árbitros y técnicos (+94 mil), cuotas de inscripción a organismos internacionales (+47 mil), otros gastos (+44 mil) y gastos de viaje de órganos de gobierno (+29 mil). Parece que el fin de las restricciones y la vuelta total a la normalidad se ha hecho notar en los gastos de actividad, porque es evidente que los deportistas, árbitros y técnicos han viajado mucho más que en 2021 (sí, los precios han subido, pero no tanto), y también en las cuotas a organismos internacionales (supongo que será por eso). Respecto al otros gastos, contablemente todo lo que lleva el adjetivo otros tiene carácter residual de aquello que no ha entrado en los demás apartados de la categoría, y supongo que será convenientemente explicado en la Asamblea; pero es un residuo bastante grande. Y qué decir de los gastos de desplazamiento de órganos de gobierno. Quizá debería decirlo en latín, un idioma adecuado para quienes no se hayan dado cuenta de que estamos en MMXXIII y hace unos años pasó un microorganismo que, además de mucho dolor, nos trajo la generalización de una novedosa tecnología llamada videoconferencia para reuniones no presenciales. Menos dinerito, menos huella de carbono, menos tiempo en desplazamientos. Suele funcionar bastante bien.
Datos positivo, los ingresos, han dado la talla y han aumentando paralelamente a los gastos. Si tenemos en cuenta todos los ingresos (cifra de negocios y subvenciones), el aumento es de un 24%, cifra casi idéntica al antes comentado aumento de gastos (22%). Si desglosamos entre lo que son propiamente ingresos de la actividad (licencias, inscripciones, cánones, etc) y subvenciones, el aumento de los primeros es del 33% frente al 15% del aumento en subvenciones.
La pregunta que surge automáticamente es: Si los ingresos y los gastos crecen a la par y el resultado es positivo (hay beneficio, pequeño, un 1,5% de los ingresos totales) ¿Por qué ha crecido tanto la deuda? El detalle de los flujos de efectivo muestra como las entradas y salidas de dinero, tanto en este año 2022 como en 2021 se nivelan y la variación del efectivo es prácticamente nula. El aumento de la deuda no viene por tanto de gastar más de lo que se ingresa o de pagar más de lo que se cobra (puede parecer lo mismo, pero no lo es). Revisando más en detalle aparecen dos causas. Primero, los derechos de cobro a corto plazo están aumentando en una cuantía muy relevante, todos ellos con entidades privadas, y casi equivalente al aumento de la deuda. Los mayores aumentos son con federaciones autonómicas (7 mil) y con otros deudores (38 mil). Como expliqué antes, el concepto otros supone que es algo residual, así que a la vista de las cuentas sólo podemos decir que no procede ni de federaciones autonómicas, ni de clubes ni de licencias. Combinado con la deuda tendríamos un aumento por tú me debes, yo te debo. ¿Alguien sabe si falta liquidez en el sistema ajedrecístico español? 😉 Segundo, hay un aumento de 0 a 21 mil en el apartado Anticipos a acreedores. Esto es debido a entregas a cuenta por gastos jurídicos y contenciosos y supone un gasto contable futuro pero que ya se ha desembolsado. Aparentemente, la mayor parte serían recuperados de una compañía aseguradora. Lamentablemente, pleitear o que te pleiteen no sale gratis. Y por estas cosas se necesita (y se habría necesitado) mayor transparencia. Las propias cuentas informan sobre estos contenciosos iniciados por terceras partes. No informan de si se ha iniciado algún procedimiento desde la Federación contra terceros.
Un dato cuestionable. El apartado correspondiente a Participaciones y cargos de los miembros de órganos de gobierno en otras sociedades análogas creo que necesita reescribirse con una óptica más amplia. Necesitamos transparencia, no rumorología y cotilleos. Y recordemos que transparencia no es cumplir la ley, es ir más allá y divulgar información con carácter voluntario en aquellas áreas donde pudiera existir controversia. Es la mejor prevención contra las informaciones que puedan circular por cotilleos grupales y mentideros digitales. Un simple vistazo a las noticias de prensa sobre lo que pasa en federaciones nacionales de otros deportes nos muestra la relevancia que debería tener este apartado en cualquiera de ellas (e incluso en las autonómicas). Todo esto ya lo escribí hace un año.
Todos los porcentajes y variaciones se han calculado como cifras nominales, sin tener en cuenta la inflación registrada a nivel nacional en 2022 del 5,9%. Para obtener datos en términos reales debería restarse esta cifra de las variaciones.
¿Qué opinión me merecen las cuentas? Evidentemente, reflejan la imagen fiel de la situación. Así lo dice el informe de auditoría que (esta vez sí) se adjunta con ellas, por lo que cualquier desviación entre cuentas y realidad no debería tener significación (materialidad). Pero reflejar la imagen fiel no indica si la situación es buena, mala o un punto intermedio, simplemente indica un reflejo de la realidad y el resto queda para el análisis.
¿Y qué dice el análisis anterior? Que la situación, sin ser magnífica ni buena, es mejor que en años anteriores. Aunque me preocupa mucho el aumento de deuda. La vuelta a la normalidad ha traído el previsible aumento de ingresos en 2021 y en 2022 y junto con él el paralelo aumento de gastos. Que aumenten los gastos no es necesariamente malo, hacer cosas cuesta dinero, no es gratis. Si los ingresos aumentan al menos en la misma proporción, particularmente los ingresos propios y no las subvenciones, la situación seguirá mejorando. Pero hay que seguir controlando los gastos, que en cualquier entidad siempre tienden a crecer más que los gastos cuando se desata el optimismo 😉 Antes escribí sobre qué gastos habían aumentado, supongo que todos tendrán su porqué (aunque quizá algunos tengan más porqué que otros).
Ojalá la situación siga normalizándose en los próximos años y las cuentas federativas vuelvan a ser (sigan siendo) un tema muy aburrido, pero esta vez por méritos propios y no por desinterés 😉
En la asamblea de cualquier federación deportiva el punto del orden del día sobre las Cuentas Anuales, esto es, la situación económica y financiera de la entidad, no suele ser el más popular (¡nada puede competir con ruegos y preguntas!). Se suele traducir en que mientras no nos suban las cuotas todos nos creemos lo que nos dicen los gestores y confíamos en que lo hacen lo mejor posible.
Desgraciadamente, tratar de hacerlo lo mejor posible no significa que los planes salgan bien. Las cuentas de la FEDA en 2019 no pintaban nada bien. Y llegó 2020 con una pandemia global que paralizó toda la actividad deportiva. Lo normal sería esperar lo peor, lo normal sería que hubiera pasado (y pasó) lo peor. Lo normal sería decir que como consecuencia de ello la situación económica de la FEDA había empeorado y que se trataría de remontar en los próximos años.
No.
Los asistentes a la asamblea del 12 de junio de 2021, celebrada por Zoom, pudimos ver y oir como varios responsables de la gestión FEDA describían 2020 como un mal año pero la gestión económica como un éxito: «La FEDA está saneada económicamente» y «Estamos en el mejor momento económico de la FEDA de los últimos años«. El entrecomillado reproduce textualmente palabras del informe del presidente (incluidas en el borrador del acta entregado a los asambleistas para su aprobación) pero también, aproximadamente y en espíritu, de más miembros de la Junta Directiva y asambleistas. Claro que desde la gestión de la FEDA también se afirmó que una línea de crédito no supone un préstamo (si no se utiliza no, si se utiliza sí, hay que devolver el saldo dispuesto). En general, la corriente general describía 2020 como un mal año pero que había sido solventado económicamente de manera excelente.
No todos estuvimos de acuerdo, cito a continuación mi intervención acerca de las cuentas, tal cual aparece reflejada en el borrador de acta.
«comenta que considera las cuentas correctas y que reflejan la realidad de la Federación aunque esta ha de considerarse como mala a diferencia de lo expuesto por miembros de la Junta Directiva. Muestra su preocupación por el Fondo de Maniobra negativo, una deuda a corto elevada en comparación con los ingresos y porque 2020 fue realmente un buen año en términos financieros, con los gastos cayendo en mayor proporción que los ingresos. Si bien opina que se han controlado bien los gastos, espera que se puedan seguir controlando cuando la situación de pandemia desaparezca y la actividad vuelva a la normalidad.»
Mi voto fue favorable a su aprobación. Realmente reflejaban la imagen fiel. La discrepancia venía en su intepretación: mala situación de deuda, que era toda con vencimiento a corto plazo y que representaba volúmenes de 1/3 del total de ingresos (incluyendo las subvenciones) o el 62% de la cifra de negocios. Esto es el volumen de los ingresos que habría que dedicar en 2021 a devolver esa deuda con vencimiento a un año (suponiendo el mantenimiento de los ingresos en cifras similares). Además una caída de los gastos superior a la de ingresos, pudiendo esperarse que al volver la actividad los gastos volvieran a aumentar deteriorando, aún más, la situación financiera de la FEDA.
Las aclaraciones recibidas por la gerencia sobre el comentario, si bien fueron voluntariosas, no me parecieron que despejaran dudas sobre el futuro. Dado el nulo interés que despertó el tema en otros miembros de la asamblea, tampoco era cuestión de entrar en una clase de Análisis Económico y Financiero.
Y pasó 2021.
¿Qué nos muestran las cuentas que se presentarán a la Asamblea este domingo 19 de junio (y a la que no podré asistir)? (todo cifras redondeadas por mi parte)
El Patrimonio Neto se sigue reduciendo, de 34 mil a 13 mil. Llegar a una cifra negativa sería muy preocupante en una empresa (reequilibrio financiero o disolución). En una federación deportiva puede capearse la situación.
El Fondo de Maniobra, estimación de la liquidez en el plazo de un año, sigue aumentando su cifra negativa. Actualmente -25 mil euros, lleva varios años en disminución y ya en 2020 había entrado en negativo. Esa cifra aproxima que en el futuro puede no haber dinero para pagar deudas (nótese el uso del subjuntivo).
Toda la deuda tiene vencimiento a corto plazo (inferior a un año). Su peso sobre el total de ingresos (incluyendo subvenciones) y exclusivamente sobre la cifra de negocio (ingresos por actividad) se mantiene en proporciones similares a 2020, 1/3 y un 62%, respectivamente. Seguiría habiendo que dedicar esa cifra de los ingresos del año para pagarla (y ojo que es a corto plazo, va a vencer en doce meses o menos).
Mala evolución en la composición de la deuda a corto plazo (o sea, toda la deuda, recordemos). En 2020 se repartía entre deuda bancaria, afiliados y otras entidades, y acreedores por prestación de servicios. En 2021 se ha reducido algo la deuda bancaria (de 81 mil a 74 mil, la póliza de crédito) pero la financiación ha pasado a ser mayoritariamente de los otros dos grupos. Afiliados y otras entidades y acreedores por prestación de servicios pasan de 65 mil a 100 mil euros y de 47 mil a 93 mil euros, respectivamente. Esto es, los clubes, jugadores, organizadores y contratistas con la FEDA (entre otros) pasan a financiar a la FEDA en 80 mil euros más. ¿Alguien sabe si se está cobrando mal y tarde? Si no ha pasado aún podría pasar en breve.
Un dato positivo, pero no para tirar voladores. Con la vuelta a la actividad los ingresos han aumentado más que los gastos. No excesivamente, los gastos de explotación aumentan un 20% y los ingresos un 28% o un 23% (según se tome cifra de negoios o ingresos totales incluyendo subvenciones). Pero es positivo, porque al fin y al cabo es lo que puede hacer que la situación mejore. Aunque se necesitan porcentajes mejores.
Un dato cuestionable. El apartado correspondiente a Participaciones y cargos de los miembros de órganos de gobierno en otras sociedades análogas creo que necesita reescribirse con una óptica más amplia. Necesitamos transparencia, no rumorología y cotilleos.
Y esto es mi breve resumen. Me hubiera gustado poder comentarlo donde debe hacerse, en la Asamblea, pero no podré. Espero que pueda servir de reflexión, que la situación pueda ir mejorando (aunque me temo que sola no lo va a hacer), y que no llegue junio de 2023 y empiece a sentir un incipiente síndrome de Casandra.
Parece que no soy el único tiquismiquis que le ha sacado algún defecto al evento. Recomiendo la lectura del artículo de hoy de Federico Marín Bellón en su blog de ABC. Resulta especialmente sangrante el párrafo donde se describe la rueda de prensa de presentación del torneo:
No solo faltaron los ajedrecistas. Tampoco asistió a la presentación la concejala de Deportes del Ayuntamiento de Madrid, Sofia Miranda, ni el presidente de la Federación Española (FEDA), Javier Ochoa, anunciados inicialmente. Por parte de la Comunidad asistió al menos el viceconsejero de Deportes, Alberto Tomé González. Quizá la ocasión merecía unas palabras del alcalde o de la presidenta madrileña.
— Federico Marín Bellón, ABC
En una semana, el próximo jueves 16, comienza el Torneo de Candidatos 2022 en Madrid del que saldrá el retador al título mundial. Es, posiblemente, el evento ajedrecístico de mayor categoría celebrado en España desde el Mundial de 1987 en Sevilla. Sin embargo, tengo la impresión de que será un torneo que va a pasar sin pena ni gloria por España con un impacto mínimo (a diferencia del Mundial de Sevilla).
No parece que haya ningún tipo de evento popular paralelo aprovechando el tirón que pudiera tener el torneo. Tener un evento de esta categoría debería de servir para algo más que para celebrar el propio evento. Aunque quizá en Madrid eventos internacionales de esta categoría sean lo que sobre (de ajedrez, seguro que no) y por ello sea difícil de vender. En la página oficial de turismo de la ciudad de Madrid de momento el torneo no aparece en las múltiples actividades que figuran en portada. Posiblemente una ciudad española más pequeña o con más aficionados como Barcelona pudiera haber explotado mejor el torneo.
Es cierto que el torneo no ha comenzado aún, pero su presencia en medios es nula. Ni siquiera en El País, que es partner y medio oficial del torneo parece haya una cobertura previa más allá de la habitual sección y newsletter de Leontxo García.
Y es una pena, porque aunque ya no haya ex-soviéticos (sé que esto sólo lo entenderán los seguidores de Leontxo) ni estemos en Reykiavik 1972 la situación geopolítica internacional sí que pueda dar para un poco más de ese morbo sensacionalista que tanto gusta a ciertos medios: un presidente de la FIDE ruso fiel colaborador de Putin, un jugador fanboy de Putin sancionado y excluido del torneo, un ruso jugando de tapadillo bajo bandera FIDE y anterior candidato al título mundial, un brazo del soft power chino incorporado a última hora, un streamer Twichtero estadounidense, un iraní bajo bandera francesa que ha sido el más joven en alcanzar los 2,800 y que parece el único retador de interés para que el campeón mundial defienda su título y hasta un un ex-candidato estadounidense al título que empató su match con el campeón y que tiene lazos familiares en España. Con menos de esto, Netflix hace una serie.
Ignoro qué entidad y quienes son los organizadores reales sobre el terreno más allá de las formalidades (FIDE, FEDA, Federación Madrileña, empresa privada, etc), y tampoco esto ha de ser una crítica para quien quiera que sea, pues se que el ajedrez es difícil de destacar sobre el monocultivo deportivo español de fútbol con toques de ponga-usted-aquí-el-deporte-en-el-que-ahora-gane-algo-un-español.
Pero no parece que nos encontremos ante un evento de gran impacto en España. En cualquier caso, seguro que disfrutaremos de las partidas como siempre que hay un Candidatos.
El 15 de marzo todos pegamos un salto hacia el futuro. En mayor o menor medida nuestra existencia quedó reducida a tareas e interacciones online. También en el ajedrez. En Asturias, el campeonato universitario del 8 de marzo (¡nadie nos acusó de expandir el virus! 😉 ) fue el último torneo presencial hasta el festival de la Plaza Mayor de Gijón del 18 de julio. A nivel mundial, el torneo de Candidatos empezó a jugarse en Yekaterimburgo el 17 de marzo antes de ser cancelado al final de su primera vuelta el 25 de marzo. Desde entonces, sólo hemos tenido ajedrez virtual. Torneos en línea entre jugadores locales, torneos en línea de la élite, torneos presenciales mutados en torneos en línea … ¡se ha hecho difícil estar al día de tanta actividad!
Y por supuesto, al rebufo de este florecimiento por necesidad, han aparecido los optimistas de el ajedrez vale para todo, en este caso resucitando el viejo mantra de principios de los 2000 de que el ajedrez es el único deporte que puede practicarse por Internet. Por supuesto, obviamos todos los problemas de honestidad que pueden plantearse en el ajedrez en línea, para eso el tecno optimismo dispone del solucionismo tecnológico ¡tenemos algoritmos que detectan a los tramposos! Nada transparentes en su código, funcionamiento o resultados, secretos comerciales bien guardados.
Junto con los torneos virtuales se ha multiplicado la audiencia de youtubers y twitchers. Algunos realmente buenos (incluso jugadores de la élite) y otros … bueno, será que por edad ya no pertenezco a su público objetivo 😉 La revista Chess Life, de la Federación Estadounidense de Ajedrez (USCF) les ha dedicado una portada bastante artística que refleja claramente este boom y que describe en su artículo The New Chess Boom.
Todo ello acrecienta un dilema que ya se había empezado a plantear en los últimos tiempos: ¿es el ajedrez una actividad deportiva o ha de ser considerado un e-sport? Lo planteo así, como disyuntiva, porque no se puede ser las dos cosas. No compro el argumento de que los mejores jugadores en presencial lo son también en línea, porque no creo que juegue a nuestro favor con los organismos deportivos.
No tengo dudas de que la FIDE y la mayoría de los jugadores de la élite, empezando por Magnus Carlsen, buscan el dinero que mueve el mercado de los e-sports. Seguro que el producto ajedrez se vende mejor rodeado de la típica parafernalia tecnológica que de su realidad presencial. Hacen bien, probablemente pueda ser más lucrativo que el dinero que hasta el momento ha movido el ajedrez como deporte tradicional. ¿Pero en que lugar quedan los niveles inferiores del ajedrez? ¿Las federaciones nacionales y sobre todo las regionales, aquellas que realmente se ocupan del ajedrez de base y su promoción, recibirían algo de ese dinero? No. Porque serían absolutamente prescindibles. Y probablemente la clave se encuentre en el reconocimiento del Elo de las principales plataformas en línea.
Si un aficionado se encuentra con que puede jugar cómodamente desde su casa, y que además recibe una evaluación Elo en línea avalada por una federación internacional, probablemente la actividad presencial pierda gran parte de su interés para él. Sí, obviamente el ajedrez presencial cubre otras facetas que no cubre el virtual, por ejemplo, socialización. Pero la realidad es que los e-sports existen y tienen éxito. Y posiblemente en este futuro muchos jugadores se incorporarían de manera primaria a este ajedrez en línea, para qué pagar una licencia federativa que te acceso a incómodos torneos presenciales cuando puedes tener un reconocimiento a tu actividad en grandes plataformas, con usuario gratuito para crear efecto parque, y obtener ventajas adicionales con el pago de una cuota premium. Nos encontraríamos con un futuro de ajedrez en línea en unas pocas grandes plataformas privadas que serían de hecho los grandes amos del ajedrez, particularmente las que lograran una franquicia de la FIDE. No hablaríamos ya de deporte organizado, sino de entretenimiento gestionado y en manos de unas pocas plataformas privadas, nuevos señores feudales del ajedrez al estilo de las grandes plataformas de la Red. ¿Cuál sería entonces el porcentaje de licencias perdidas? Probablemente significativo, lo suficiente para menguar la capacidad mediática del ajedrez presencial y su fuerza para persistir como deporte, ya sea de hecho o de derecho. De la promoción escolar ya ni hablamos
Puede que una vez terminadas las cuarentenas en Europa y gran parte del mundo esta reflexión carezca de excesivo valor. Puede que el futuro del ajedrez no vaya a ser como el que vimos durante el encierro. Pero los avances tecnológicos no suelen tener vuelta atrás, así que haríamos bien en no olvidar lo que hemos vivido en estos meses (lo del ajedrez; lo otro, también) y en pensar hacía dónde se encamina nuestro futuro con algunas iniciativas que parecían un inocente entretenimiento para ajedrecistas encerrados y aburridos en casa.