Ya se conocen los equipos integrantes del grupo de la Segunda División Nacional que se celebrará en Padrón del 5 al 9 de agosto. Como novedad, la aparición por primera vez en la escena nacional de un Universidad de Oviedo B compitiendo con equipos clásicos de los Campeonatos de España.
Aprovecharé también para felicitar a Alesandra Suárez. Y es que la jugadora del Uni se ha proclamado en estos días pasados subcampeona de España sub16 🙂
Ya no saben que hacer para quitarnos protagonismo al debut del Uni en División de Honor el próximo 20 a 24 de septiembre en Lugo 😉 así que no ha quedado más remedio que volver a juntar al dúo Kasparov-Karpov que celebraran su 25º aniversario como pareja de hecho. En Valencia, del 21 al 24 de septiembre, a 12 partidas (4 semirápidas y 8 rápidas) tal y como cuenta el diario Marca.
No tendremos la suerte de que lo retransmitan en directo por TV como en los buenos tiempos del teatro Lope de Vega de Sevilla 🙁 Sí, sí, por Internet, pero ya sabemos que no es lo mismo (nota de ello tendrían que quitar los grandes retransmisores de eventos).
Tras un par de semanitas sin escribir nada (y no por falta de ganas, porque … mejor me callo para cuando tenga ganas de escribir 😛 ) os voy a traer, simplemente, una recomendación. Un simple enlace a Tablajedrez donde Javier Maneiro ha publicado una entrada sobre el análisis de partidas con el ordenador. Por supuesto, sólo apto para pobres mortales, porque lo que cuenta seguro que son cosas sabidas en ciertos niveles. Y es que algunas caen de cajón, como que de nada vale que el ordenador haga el análisis automático para saber donde pudimos ganar la partida que luego perdimos, salvo que queráis iniciar el camino de la alopecia a puñados, claro está.
Así que sin más, os dejo con la entrada, en parte inspirada en una entrevista a Anand de hace unos años y en otra parte por un libro que desconocía, «How to Use Computers to Improve Your Chess» de Christian Kongsted. Y recordad que, como decía Tartakower «en ajedrez gana quién comete el penúltimo error», todo un genio que ya sabía hace décadas que la perfección en ajedrez no existe. Si no estás conforme con Tartakower, pregúntale a Rybka 😉