En marzo de este año 2012 el Parlamento Europeo emitió una declaración apoyando la introducción del programa «Ajedrez en la Escuela» en los sistemas educativos de los países miembros y pidiendo a la Comisión Europea que asegurara la financiación permanente y las medidas que fueran necesarias para esta introducción.
Las razones que se esgrimieron fueron de dos tipos:
- Accesibilidad: al ser el ajedrez accesible para los niños de cualquier grupo social, podría mejorar la cohesión social contribuyendo a objetivos políticos tales como la integración social, la lucha contra la discriminación, la reducción de tasas de delincuencia y la lucha contra las diferentes adicciones.
- Efectos positivos: independientemente de la edad del niño, contribuye a la concentración, paciencia, persistencia; ayuda a desarrollar cretividad, intuición, memoria y competencias analíticas y de toma de decisiones; además de formar en valores como determinación, motivación y deportividad.
El proyecto «Ajedrez en la Escuela» es impulsado desde la European Chess Union (ECU), aunque la FIDE también tenga su Comisión para el asunto. Supongo que relacionado con que el presidente de la ECU, SIlvio Danailov, sea búlgaro, el proyecto ya ha sido puesto en práctica este curso en la ciudad búlgara de Slivnitsa.
Sin embargo, soy bastante escéptico respecto a que este programa vaya mucho más allá de implantaciones anecdóticas como la de Slivnitsa, a pesar del respaldo ofrecido por el Parlamento Europeo. Sin duda, las restricciones presupuestarias que sufren en mayor o menor medida todos los sectores públicos de los países europeos, afectarán a ésta y otras iniciativas de caracter educativo que no contarán con financiación suficiente ante la cantidad de alternativas que tendrán carácter prioritario. Si eres monitor de ajedrez y contabas con un futuro profesional gracias al proyecto «Ajedrez en la Escuela», me temo que tendrás que poner en marcha el plan B.
Posiblemente, también haya que ser en parte escéptico con las razones que justificaban el proyecto. No realmente porque no sean ciertas, posiblemente lo sean, sino porque esas razones pudieran ser atribuibles a otras muchas actividades de caracter reflexivo, a pesar de que el ajedrez debería partir con cierta ventaja gracias a su imagen de actividad positiva.
Sin embargo, aunque a nivel de iniciativa pública no debamos tener muchas esperanzas, existe cierto número de iniciativas que a nivel privado han tratado de plasmar estos benéficos aspectos del ajedrez. Una de ellas es la promovida desde el club madrileño de ajedrez 64 Villalba y tiene como finalidad aplicar el ajedrez como herramienta social de mejora sobre personas con TDAH. El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual que se caracteriza por distracción grave frecuente, escasa capacidad de atención y actuación impulsiva y que afecta a cerca de un 10% de población infantil y juvenil, fundamentalmente varones (¡gracias Wikipedia!).
Si habéis leído con atención los síntomas anteriores, cuadran bastante bien con la declaración del Parlamento Europeo. Y si alguna vez habéis jugado al ajedrez (y supongo que es así, si estás leyendo esta web) seguro que estáis conformes con las premisas en que se basa el proyecto. De nuevo insisto, seguramente estas bondades se podrían lograr también con otras actividades reflexivas pero en esta web hablamos de ajedrez ¿no?.
Por supuesto, el proyecto no es sólo desarrollado desde el club 64 Villalba sino que cuenta con colaboraciones médicas y tiene ya una primera fase experimental que esperamos que pueda ser publicada e indexada pronto en las revistas académicas para dar un nuevo impulso al proyecto. Mientras tanto, si quereis saber más sobre el proyecto, podéis consultas tanto la web de Jaque Mate al TDAH como una crónica sobre las Jornadas Jaque Mate al TDAH celebradas en Navacerrada (9-11 de Noviembre). Los más aversos a la lectura, también disponéis de un breve vídeo de las Noticias de Antena 3 TV.