Algo tiene el ajedrez que quienes lleven un tiempo metidos en él verán que es cosa frecuente la similitud entre sacarle 1€ a un ajedrecista y sacarle una muela 😀 Quizá se trate de una pequeña licencia humorística, pero no tan exagerada como pueda parecer. La triste realidad es que ajedrez y dinero, y en este caso no hablo de patrocinios, se llevan mal pues son los propios ajedrecistas los primeros en no apostar económicamente por su deporte.
¿Quién no conoce casos de ajedrecistas que se niegan a pagar una misérrima cuota de club? ¿Clubes que no tienen cuotas entre sus socios y aspiran sólo a que la subvención del ayuntamiento les de para sobrevivir durante el año pagando las licencias? ¿Participantes que consideran que la inscripción de 10-20€ a un torneo de un par de días (e incluso de una semana) ha de dar para un suculento pincheo y un premio al 12º clasificado tramo elo 1910-1930? Ya no voy a seguir por el lado de los que piensan que las mesas, sillas y material de juego se colocan solas, me limitaré a quedarme con el aspecto puramente monetario.
Este domingo, como ya sabéis de la entrada anterior, se celebra una Asamblea de la Federación Asturiana. En el orden del día, el punto estrella quizá sea la subida de cuotas. Subida lineal de 10€ para adultos, de 100€ por licencia de club y de 50€ por equipo excepto Cuarta División. Se quedan fuera de la subida los sub18 y sub14 y los equipos de Cuarta como señal de que se apuesta por la promoción e incorporación de nuevas personas y clubes al mundillo, pues quizá sean los de fuera los que más puedan percibir como barrera el precio de la licencia. La subida es lineal y no progresiva (porcentaje sobre la cuota actual) pues se entiende que todos por un igual se benefician de la actividad. No nos encontramos en una federación ante una situación análoga a la de una economía general en que priman otros valores como la redistribución de la renta en pro de la reducción de las desigualdades. Somos simplemente una entidad que realiza una actividad.
Por supuesto, ante la subida siempre habrá quién recurra a los porcentajes para decir que en algún caso la subida llega a ser del 100%, que es un atropello, que se va a acabar con el ajedrez, que los peones no tienen ni para comer y que la pague Rita La Cantaora, persona conocida por ser la receptora de múltiples facturas en situaciones complicadas. Lamentablemente, no recibe las facturas que envía Hacienda, mala suerte.
¿Qué es la gráfica anterior? Pues ni más ni menos que una distribución del incremento real per cápita (o sea, por ajedrecista). Se han simulado 10.000 casos de clubes basándonos en un modelo que supone que un equipo sólo puede tener o cero o un club de Primera, sólo puede tener o cero o un club de Segunda, sólo puede tener o cero o uno o dos clubes en Tercera y hemos supuesto que hasta cinco en Cuarta (0, 1, 2, 3, 4, o 5). El número de miembros del club será función de los equipos teniendo en cuenta que el número de tableros es 8 en Primera y Segunda, 6 en Tercera y 4 en Cuarta; además los clubes han de tener más jugadores que los estrictamente necesarios lo que nos da un factor de incremento que situamos entre el 15% y el 75% sobre los estrictamente necesarios. De estos jugadores, en nuestro modelo, nos interesan los adultos y los no adultos, por lo que se le aplica una nueva proporción entre el 0 y el 100%. A estas variables se las toma como aleatorias y se les supone distribución uniforme (en el caso del factor de incremento pudiera ser normal, eso nos «apuntaría» la distribución resultante). Con este modelo de variables aleatorias se calculan 10.000 casos. El gráfico, es el histograma resultante de la distribución. Nuevas aleatorizaciones es obvio que generan distribuciones similares. Esto es lo que se conoce como método MonteCarlo.
El efecto del coste total de la subida se reparte entre el número de miembros que el modelo establece para el club (recordad el factor de corrección). Así obtenemos un coste unitario o per cápita que es el efecto de la subida por ajedrecista. Obviamente, estamos suponiendo que los clubes son sostenidos por sus miembros, que es lo que debería pasar siempre.
¿A qué conclusiones llegamos? En primer lugar, descontando un 5% de casos extremos por ambos lados de la distribución, el efecto de la subida per cápita es de entre 5,60 y 19 euros por ajedrecista anualmente. La media de la subida es de entre 11,65 y 11,81 euros con un grado de fiabilidad del 95% y una dispersión de tan sólo 4,21 euros. En otras palabras, podemos decir que el efecto «normal» de la subida será de entre 7,44 y 14,81 euros.
Como vemos, hablamos de cantidades ridículas, especialmente si las mensualizamos. En este caos hablaríamos de un coste medio para cada ajedrecista de aproximadamente 1 euro, o de un intervalo de entre 0,47 y 1,60 euros.
Como vemos, hablamos de cantidades ridículas. Cantidades ridículas pero que en dos años eliminarían totalmente la deuda con la Hacienda de la Federación Asturiana. ¿Realmente es concebible que esta subida no sea aprobada por unanimidad?