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Ajedrez 5D: más complejo que ganar en el análisis

Lo primero que pensé tras leer la descripción del juego fue esto ya está inventado, lo llamamos ganar en los análisis lo que has perdido en la partida. Realmente es un poco más complejo y difícil de describir con palabras. Básicamente en ajedrez 5D juegas con las posibles variantes y lugares donde estuvieron/están colocadas tus piezas que pueden pasar de un tablero a otro. Así que igual que en un análisis post-mortem puedes perder una y otra vez la partida que realmente has ganado 😉 aquí podrás recibir mate en uno de los tableros alternativos en que se mueve tu rey.

Otra variante más del ajedrez que nos hará recordar que la belleza del ajedrez clásico se encuentra en su sencillez comparada con todos las variaciones y desarrollos que sobre él se han llevado a cabo.

Disponible en Steam por 10€, sólo para Windows. No deja de ser una curiosidad interesante con la que entretenerte cuando el ajedrez en línea ya te aburra.

El ajedrez en tiempos de la COVID19

«I’m getting fed up with the Zoom world» (V. Anand)

El 15 de marzo todos pegamos un salto hacia el futuro. En mayor o menor medida nuestra existencia quedó reducida a tareas e interacciones online. También en el ajedrez. En Asturias, el campeonato universitario del 8 de marzo (¡nadie nos acusó de expandir el virus! 😉 ) fue el último torneo presencial hasta el festival de la Plaza Mayor de Gijón del 18 de julio. A nivel mundial, el torneo de Candidatos empezó a jugarse en Yekaterimburgo el 17 de marzo antes de ser cancelado al final de su primera vuelta el 25 de marzo. Desde entonces, sólo hemos tenido ajedrez virtual. Torneos en línea entre jugadores locales, torneos en línea de la élite, torneos presenciales mutados en torneos en línea … ¡se ha hecho difícil estar al día de tanta actividad!

Y por supuesto, al rebufo de este florecimiento por necesidad, han aparecido los optimistas de el ajedrez vale para todo, en este caso resucitando el viejo mantra de principios de los 2000 de que el ajedrez es el único deporte que puede practicarse por Internet. Por supuesto, obviamos todos los problemas de honestidad que pueden plantearse en el ajedrez en línea, para eso el tecno optimismo dispone del solucionismo tecnológico ¡tenemos algoritmos que detectan a los tramposos! Nada transparentes en su código, funcionamiento o resultados, secretos comerciales bien guardados.

Junto con los torneos virtuales se ha multiplicado la audiencia de youtubers y twitchers. Algunos realmente buenos (incluso jugadores de la élite) y otros … bueno, será que por edad ya no pertenezco a su público objetivo 😉 La revista Chess Life, de la Federación Estadounidense de Ajedrez (USCF) les ha dedicado una portada bastante artística que refleja claramente este boom y que describe en su artículo The New Chess Boom.

The New Chess Boom! – ChessLife, Agosto 2020

Todo ello acrecienta un dilema que ya se había empezado a plantear en los últimos tiempos: ¿es el ajedrez una actividad deportiva o ha de ser considerado un e-sport? Lo planteo así, como disyuntiva, porque no se puede ser las dos cosas. No compro el argumento de que los mejores jugadores en presencial lo son también en línea, porque no creo que juegue a nuestro favor con los organismos deportivos.

No tengo dudas de que la FIDE y la mayoría de los jugadores de la élite, empezando por Magnus Carlsen, buscan el dinero que mueve el mercado de los e-sports. Seguro que el producto ajedrez se vende mejor rodeado de la típica parafernalia tecnológica que de su realidad presencial. Hacen bien, probablemente pueda ser más lucrativo que el dinero que hasta el momento ha movido el ajedrez como deporte tradicional. ¿Pero en que lugar quedan los niveles inferiores del ajedrez? ¿Las federaciones nacionales y sobre todo las regionales, aquellas que realmente se ocupan del ajedrez de base y su promoción, recibirían algo de ese dinero? No. Porque serían absolutamente prescindibles. Y probablemente la clave se encuentre en el reconocimiento del Elo de las principales plataformas en línea.

Si un aficionado se encuentra con que puede jugar cómodamente desde su casa, y que además recibe una evaluación Elo en línea avalada por una federación internacional, probablemente la actividad presencial pierda gran parte de su interés para él. Sí, obviamente el ajedrez presencial cubre otras facetas que no cubre el virtual, por ejemplo, socialización. Pero la realidad es que los e-sports existen y tienen éxito. Y posiblemente en este futuro muchos jugadores se incorporarían de manera primaria a este ajedrez en línea, para qué pagar una licencia federativa que te acceso a incómodos torneos presenciales cuando puedes tener un reconocimiento a tu actividad en grandes plataformas, con usuario gratuito para crear efecto parque, y obtener ventajas adicionales con el pago de una cuota premium. Nos encontraríamos con un futuro de ajedrez en línea en unas pocas grandes plataformas privadas que serían de hecho los grandes amos del ajedrez, particularmente las que lograran una franquicia de la FIDE. No hablaríamos ya de deporte organizado, sino de entretenimiento gestionado y en manos de unas pocas plataformas privadas, nuevos señores feudales del ajedrez al estilo de las grandes plataformas de la Red. ¿Cuál sería entonces el porcentaje de licencias perdidas? Probablemente significativo, lo suficiente para menguar la capacidad mediática del ajedrez presencial y su fuerza para persistir como deporte, ya sea de hecho o de derecho. De la promoción escolar ya ni hablamos

Puede que una vez terminadas las cuarentenas en Europa y gran parte del mundo esta reflexión carezca de excesivo valor. Puede que el futuro del ajedrez no vaya a ser como el que vimos durante el encierro. Pero los avances tecnológicos no suelen tener vuelta atrás, así que haríamos bien en no olvidar lo que hemos vivido en estos meses (lo del ajedrez; lo otro, también) y en pensar hacía dónde se encamina nuestro futuro con algunas iniciativas que parecían un inocente entretenimiento para ajedrecistas encerrados y aburridos en casa.

Cuando Battle Chess era lo más

«Algo inaudito ocurrió a finales de los ochenta en los departamentos de informática y videojuegos de los centros comerciales: los chavales se embobaban ante partidas de ajedrez pixeladas que tenían lugar en el interior de los monitores de culo ancho donde se exponían demostraciones de los videojuegos más famosos. Y toda la culpa la tenía un programa de ajedrez editado por Interplay, uno que resultaba muy divertido para todo el público, o al menos muy divertido de mirar: Battle Chess

— Juegos de ajedrez para aquellos que no juegan al ajedrez (Jotdown; sept. 2018)

chessmaster2000_cover

La verdad es que BattleChess resultaba mucho más vistoso que el sobrio ChessMaster 2000 que era lo más serio de una época en la que todavía no existían ni Fritz ni ChessBase y los humanos aún podían imponerse con comodidad a las máquinas. Pero al final, ChessMaster 2000 era lo que usábamos si queríamos jugar contra el ordenador (aunque para el resultado, daba igual :P).

 

Elo 3165: El mejor ente ajedrecista

Y lo he descrito bien: el mejor ente ajedrecista. Lo que incluye a personas y software en la misma lista. Houdini 3 encabezaría la lista con un elo de 3156, seguido de Stockfish (versión 250413) y Rybka 4. Magnus Carlsen, número 1 del mundo con 2868, sería el número ¡17! de la lista. Aronian y Kramnik, números 2 y 3 con +2800, serían los número 19 y 20.

enteajedrecista2013Los datos proceden de New Thorensen Chess Engine Competition, que para los entendidos viene a ser como el campeonato del mundo oficioso de máquinas (¿oficioso? ¡tiene reglas más claras que el de humanos!). Las enfrentamientos entre engines se hacen a ritmo clásico, bajo el mismo hardware y con acceso únicamente a un libro de aperturas común hasta la jugada 8 (veánse detalles técnicos).

Evidentemente, la comparativa humanos-máquina es meramente ilustrativa. Si ya es difícil estimar la fuerza de juego entre humanos con el sistema elo, entre máquinas puede serlo aún más. Aún dando por buenas las cifras ofrecidas, posiblemente pudieran mejorarse con un hardware aún mejor.

No obstante, el mayor inconveniente que le veo a esta comparativa que acabo de realizar es que el elo, tanto humano coomo de máquinas, es un coto cerrado; no nace de enfrentamientos mutuos humano-maquina y, por tanto, no creo que sea homologable. La mejor comparativa que se me ocurre es recomputar el elo de los humanos exclusivamente en años recientes para evitar la influencia de elos anteriores más bajos, de manera que quizá (y sólo quizá) los jugadores humanos mejoraran sus cifras.

Mientras tanto, aunque no sepamos con certeza cual es el mejor ente ajedrecista, creo que todos tenemos una idea bastante clara. Las máquinas son mejores, pero no conozco tantos houdinistas, stockfisheros o rybkistas como fan boys (& girls) de Carlsen, Kramnik o Aronian 😉