Lo puedes colgar hasta en un piso de 30 metros de esos que enseñan en el Ikea (con la coletilla de y hasta montamos fiestas) porque no ocupa casi nada de sitio. Se cuelga en una pared, en la parte de atrás de una puerta, incluso en el baño y cada vez que un jugador (a ser posible habitantes de la casa ambos para no eternizar la partida) pase delante puede hacer un movimiento. Ideal para jugarse a lo largo del día o de la semana quién baja la basura, quién friega el suelo o quién hace la cena 😀
Eso sí, entre el tablero y las piezas (el reloj quizá podáis reaprovechar el del horno y para la planilla el bloc de notas del frigorífico será suficiente 😉 ) barato no sale precisamente. Todo el catálogo de tableros y piezas a medida está en la web del autor (Straight Up Chess).
Ya lo dije en la web original… los tableros murales no son precisamente eso?
Hombre, la verdad es que este es más decorativo que el tablero mural clásico y con un diseño más original.