Enésimo pollo en un torneo de ajedrez basado en ayuda de software a un jugador. Por resumir la historia de Chessvibes:
– Torneo Aeroflot, partida Mamedyarov (2724) – Kurnosov (2602). Mamedyarov se queja de que su rival se levanta constantemente del tablero cada movimiento para acudir al aseo o a la zona de fumadores llevándose su abrigo.
– Mamedyarov afirma que encontrar los movimientos correctos en una posición teórica que el conoce (y alguna jugada más allá) es exclusivo de Rybka (lo de Rybka viene después de la partida cuando contrasta la partida en su hotel).
– Mamedyarov pide la intervención arbitral (Gijssen), el árbitro pide a Kurnosov que vacíe los bolsillos de su abrigo no encontrándose más que un paquete de tabaco, un mechero y un bolígrafo.
– Mamedyarov descontento con la decisión arbitral de que no pasa nada raro, abandona la partida y el torneo.
Consecuencias:
– Repetimos el toiletgate de Topalov-Kramnik, aunque aquí parece que la tecnología ya no es del KGB 😛
– Un jugador acusa sin pruebas y otro es acusado, Kurnosov ve manchado su nombre creo que demasiado alegremente.
– Afortunadamente, esto ya no será noticia en la prensa generalista como el toiletgate y sólo hablaremos de ello los ajedrecistas quedándose en familia lo fácil que puede ser introducir la sombra de la duda en la limpieza del juego.
Ocurrencia rápida de 5 minutos:
Igual que se introducen otras normativas (dar la mano por obligación, puntualidad, antidoping, etc) ¿tan difícil sería hacer cumplir la norma de que la sala de juego no se debe abandonar sin permiso arbitral? Se saca del concepto de zona de juego lugares tales como WC, cafetería o zona de fumadores, y se permite sólo abandonar la sala para acudir al WC llevando el árbitro un registro de entradas-salidas de la zona de juego. Por supuesto el abandono de la sala (en sentido estricto) sin permiso se penaliza con la pérdida de la partida. Y quién quiera salir cada poco de la zona de juego tendrá que dejar constancia, con lo que el árbitro ya tiene un instrumento a su disposición para sospechar que algo raro podría estar pasando y empezar las indagaciones de motu propio.
De paso que enriquecemos las funciones arbitrales intentamos hacer desaparecer la sombra de la sospecha de muchas extrañas situaciones.
Nota para Mamedyarov: no existe Rybka para dispositivos de bolsillo (PDA), sólo para Windows y un netbook ya no es tan fácil de esconder incluso en un abrigo 😉 Deberías haber buscado un pinganillo para la oreja, un busca, un móvil de tamaño mínimo que se pueda esconder en algo más oculto que el bolsillo de los pantalones, etc.
rybka también va en linux con wine
Pero Wine no corre en los dispositivos de bolsillo que llevan Linux y que no son arquitectura X86.