Reforma del Campeonato de Asturias por Equipos

Más o menos todo el mundillo del ajedrez asturiano ya está al tanto de que este domingo se celebrará una Asamblea en la FAPA donde se decidirá el formato del Campeonato de Asturias por Equipos para los próximos años.

Y la primera pregunta que debemos hacernos siempre que hay una propuesta de reforma es ¿Se necesita una reforma o mejor lo dejamos como está?  Se necesita una reforma, simple y llanamente porque el dejarlo como está no parece el mejor escenario posible.  Sólo defenderé una de las propuestas de reforma, porque creo que es la única que aporta algún mínimo atisbo de solución a los problemas existentes. Dicha propuesta de reforma (por simplificar, en lenguaje coloquial «la del Cadete») viene motivada por dos razones básicas, ninguna de las cuales es tan mundana como un simple «darle emoción al torneo»:

1) Nos estamos quedando sin base, cada vez son menos los chavales que se acercan y permanecen en el ajedrez, estamos hablando de chavales que en 10 años serán adultos, no del abstracto concepto de «chaval», y que tienen que ser la base del futuro. Tampoco hablamos de fueras de serie ni siquiera de buenos jugadores, simplemente «base», jugadores normalitos y corrientes de esos que se dejan las piezas o intentan ascender de categoría.

2) Si queremos promocionar y extender el ajedrez empecemos por cuidarlo nosotros mismos, se pueden hacer muchas cosas por ellas, pero algo que no podemos consentir es que de los dos principales torneos oficiales asturianos el primero, y quizá el que más repercusión tiene, nos lo ventilemos en dos meses y medio, tres a lo sumo, antes de la Navidad. E igualmente, tampoco se puede consentir la banalización de lo que deben ser importantes torneos que se ventilan en medio sábado, dos a lo sumo.

Empezar a actuar por el punto 2 es algo más fácil: de momento aumentemos las rondas de 11 a 14, serán 3 semanas más en la prensa y serán 3 semanas más de actividad semanal en los clubes, 3 semanas de petición de local, 3 semanas más de «somos de ajedrez y estamos aquí». Luego, cual sea el sistema ideal para aumentar las semanas ya puede de nuevo verse sometido a discusión, pero una doble vuelta creo que le da más vidilla al torneo: doble de rivalidad, doble de encuentros, posibilidad de volverte a cruzar con el equipo que te ganó por la mínima. Unido a que el local pueda jugar todas blancas y el visitante todas de negras. No me parece mala idea. El precio es una Tercera a Suizo con un numero mayor de equipos, pero dado que no debemos aumentar en demasía las categorías, que todos los años hay quejas sobre la composición de los grupos o que, simplemente, en Tercera hay un mayor número de incomparecencias en algunos clubes, tampoco me parece algo tan descabellado. Obsérvese que a cambio no hay cuarta categoría con lo que se reduce el camino a seguir por un club de nueva creación.

El punto 1 es más complejo. Para traer chavales y que se queden la fórmula mágica suele ser «labora, laboras, laborare, laboravi, laboratum». ¿Pero de qué sirve eso si la propia Federación no mira por la dignidad de los Campeonatos de Asturias? ¿De qué sirven los campeonatos «menores» ventilados en uno o dos sábados? Y sobre todo ¿Qué busca un chaval que se acerca al ajedrez? Pues como por experiencia todos sabemos la propensión a que sigan aquí será mayor cuanto más puedan relacionarse con otros chavales de su edad, y no sólo eso, sino que cuantas más relaciones puedan crear mayor será la posibilidad de que en unos años esos chavales sean los que lleven las riendas de un club o sean los que creen uno nuevo. Recuérdese que la creación del Campeonato Cadete no obliga a los sub16 a jugar en él, es más, ese campeonato no está pensando para las «figuras» sino para los chavales de a pié. Chavales para los que jugar con un «dino o muy dino» no les sirve más que para mirar a sus amigos que están haciendo otra actividad y compartiéndola con gente de su edad, y chavales a los que jugar con alguien como yo no les va a servir para progresar demasiado. Chavales que al fin y al cabo, en pocos años se habrán cansado de ver a sus amigos participar en otras actividades que se les harán más atractivas.
A esos chavales se les ofrece la posibilidad de jugar un Campeonato de Asturias Cadete que podrá presumir de ser un campeonato tan digno como el Individual Absoluto o el por Equipos Absoluto, ni más ni menos que las mismas 14 rondas, valederas para FIDE, cada sábado para poder preparar sus partidas con tiempo y contra rivales de su nivel y edad. ¿Y los clubes? Los clubes deberán elegir si prefieren que sus chavales estén jugando el torneo absoluto o el cadete, deberán elegir si emplean a sus chavales para rellenar los últimos tableros de sus equipos B o hasta C o prefieren darles la oportunidad de jugar un Cadete. Y el mismo club, puede ver recompensado su esfuerzo de cantera con ni más ni menos que un título de Campeón de Asturias. Actualmente, la mayor parte de estos chavales se encuentran jugando por Tercera y Cuarta, partidas en la mayor parte de los casos intrascendentes e irrelevantes para una clasificación final en la que pesan más las desapariciones de clubes o renuncias de plazas a la hora de conseguir un ascenso o mantener una categoría que las propias partidas. De ahí, a decir que ese torneo «sustituye a la Cuarta Categoría» como se dice erroneamente en la propuesta «oficial» (y que lleva al ideólogo de esa parte de la propuesta a casi no reconocerla) creo que hay un trecho.

Ahora, lector, echando mano de tu memoria tú me dirás si sintiéndote un chaval esta última opción te es más atractiva. O por el contrario, prefieres andar jugando partidas en categorías prácticamente intrascendentes, de relleno en tu club, con el remoto objetivo de un dudoso «Campeón de Asturias de Cuarta», contra rivales a los que muchas veces generacionalmente no te une nada. Y si eres un club ya me dirás si prefieres el sistema actual en el que la recompensa a sacar cantidades de chavales es como mucho llegar a Tercera y luego esperar que alguno sea bueno para poder meterle con los adultos, o tener un torneo con entidad, dirigido a la cantera y que puede reconocer tu trabajo con un Campeonato de Asturias. Te recuerdo que no hablamos de calidad, que la elección es voluntaria y que un buen jugador siempre va a poder seguir jugando el Campeonato por Equipos Absoluto. Aunque siempre sea la parte mala de la comparación entre calidad y cantidad, ahora estamos hablando de cantidad, porque es lo que nos interesa para el futuro, los chavales de a pié de hoy.

Recordad todo esto el domingo los que votéis, y en los años venideros el resto.