No hace más de un par de entradas que escribí una relativa a la gracia que había producido en los medios la negativa de Manuel Rivas a pasar el control antidopaje en el Campeonato de España.
Hoy, en El País, tenemos un artículo titulado «Dopaje al servicio de la Ciencia«. No habla de ajedrecistas sino de científicos y académicos, pero se pueden establecer ciertos paralelismos, como muestra un botón:
Entre los científicos que consumen este tipo de sustancias, un 62% toma metilfenidato, un medicamento de prescripción que se utiliza sobre todo para tratar a niños que padecen trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDHA), porque potencia la capacidad de concentración actuando, entre otros, sobre un neurotransmisor, la noradrenalina.
Si quieres saber más, leete el artículo 😉