Y es que como todos los mortales el azorado Bobby también tiene problemas con su banco. Aunque no precisamente de cobro de comisiones sino sobre el destino de un pequeño depósito de más de tres millones de francos suizos (cerca de dos millones de euros), tanto en dinero como en valores, en el banco suizo UBS.
Parece ser que el año pasado el banco suizo, quizá animado por los problemas del ahora islandés Bobby con el Tesoro estadounidense, decidió cancelar los depósitos y enviárselos a su banco de Islandia. Fischer y su abogado no estuvieron conformes con las actuaciones de UBS e iniciaron un intercambio de cartas, algunas manuscritas del propio Fischer, e incluso llegaron a pedirle al banco islandés receptor del dinero que no lo aceptara.
En la web que parece ser del propio Fischer se encuentran escaneadas las cartas, incluyendo las escritas del puño y letra del propio Fischer. Aquí, la carta en que Fischer le pide con su contundencia habitual al banco islandés que no acepte el dinero:
Sólo apto para mitómanos de Fischer.