La vida de un niño prodigio del ajedrez

Samuel Reshevsky, 1920

La vida de niño prodigio del ajedrez no fue nunca fácil, y desde siempre ha estado sometida a los tópicos que todos conocemos:

Wherever I went, great crowds turned out to see me play. For four years, I was on public view. People stared at me, poked at me, tried to hug me, asked me questions. Professors measured my cranium and psycho-analyzed me. Reporters interviewed me and wrote fanciful stories about my future. Photographers were forever aiming their cameras at me.
It was, of course, an unnatural life for a child, but it had its compensations and I cannot truthfully say that I did not enjoy it.

Allá donde iba, el público acudía a verme jugar. Durante cuatro años fuí un personaje de actualidad. La gente se fijaba en mí, me empujaba, me trataba de abrazar, me hacía preguntas. Investigadores midieron mi capacidad craneal y me psicoanalizaron. Los periodistas me entrevistaban y escribían historías fantásticas acerca de mi futuro. Los fotógrafos no cesaban de apuntar sus cámaras hacia mí.
Por supuesto, no era una vida normal para un niño, pero tenía sus compensaciones y, sinceramente, no puedo decir que no me gustara.

Samuel Reshevsky (1948): Reshevsky on Chess, traducción libre.