Alexander Alekhine fue Campeón del Mundo entre 1927, cuando que derrotó a Capablanca en el match de Buenos Aires, y 1946, fecha de su fallecimiento, con un breve paréntesis en 1935-37 en que perdió su título ante el holandés Max Euwe.
Alekhine nació ruso, pero acabó viviendo en Francia. Tras la derrota francesa en la II Guerra Mundial Alekhine no pudo huir a América y tuvo que permanecer en la Europa ocupada por Alemania. Durante ese tiempo, intentó conseguir visados que le permitieran viajar a él y a su mujer a América, colaborando para ello en diversos eventos y tareas ajedrecísticas. En 1941 aparecieron publicados en Pariser Zeitung, un diario parisino editado en lengua alemana, una serie de artículos sobre ajedrez de corte antisemita firmados por él (aunque Alekhine siempre negó su autoría y los manuscritos nunca se han encontrado) que posteriormente fueron publicados por los alemanes en diversos medios. A partir de 1943 Alekhine reside en España y Portugal como delegado alemán para eventos ajedrecísticos donde goza del apoyo de diversas personas a las que habría solicitado ayuda para salir de la Europa ocupada. Pero exceptuando esos apoyos, al terminar la guerra no recibe ninguna invitación para participar en torneos al ser calificado como colaboracionista.
Muere en la pobreza en una habitación de hotel de Estoril, no se sabe si ahogado con un pedazo de carne o por un paro cardiaco, pero con un tablero de ajedrez a su lado. Pocos días después de su muerte se recibe una carta aceptándose un match en Inglaterra con Botvinnik por el título de Campeón del Mundo. Un match Alekhine-Botvinnik que nunca se llegó a jugar y que no tendría nada que envidiar al tampoco jugado Fischer-Karpov.
Durante 3 semanas nadie se hace cargo de su cuerpo y acaba siendo enterrado curiendo la Federación Portuguesa los gastos. Posteriormente, a costa de la FIDE, es enterrado junto con su esposa en el parisino cementerio de Montparnasse donde también descansan otros ilustres ciudadanos y residentes franceses. Su tumba está decorada con la corona de campeón mundial y un tablero de ajedrez, además de los gatos que tanto le gustaron, y la leyenda Genio del ajedrez de Rusia y de Francia.
«EL REY QUE MURIO SENTADO EN SU TRONO»
COMO MORPHY, AMBOS UNICOS Y MAS APASIONADOS GENIOS Y ARTISTAS DEL AJEDREZ.
buen post, interesante algunos detalles del post mortem. por lo que yo tenía entendido, alekhine había muerto atorado por un hueso de pollo, será verdad?
saludos