Un nuevo caso de aplicación, en este caso bastante rigurosa, de la nueva norma FIDE contra los móviles en la sala de juego. Sucedió en la Bundesliga, y lo cuenta con todo detalle el perjudicado, el periodista de ajedrez Stefan Loeffler, en su carta a la sección de arbitraje de Geurt Gijssen en ChessCafe: http://www.chesscafe.com/geurt/geurt.htm
Una cosa está clara: la pérdida de la partida es porque suene el móvil, no por llevarlo (a ver si el cabezón del Llada se convence de una vez )
De todas formas (por lo que entiendo), si se enteraron «todos» (él, su oponente y su capitán) es que molestaba.
Patty, explícale a Artus que en inglés «ring» no alude a que el teléfono haga ring, sino a llevarlo encima…
Por cierto, te das cuenta de quién es Stefan, no? Cenó un día con nosotros en la Olimpiada de Bled.