The Philadelphia Inquirer publica en su edición de hoy domingo un artículo que nos devuelve a la época de la Guerra Fría y en el que habla de como el FBI investigó a Bobby Fischer y su madre por considerarlos sospechosos de ser espías soviéticos, simplemente por el hecho de interesarse en viajar a Moscú para participar en un torneo de ajedrez. Ya más en el ámbito de las noticias del corazón, se aportan pruebas de que el padre de Fischer no fue quién realmente se pensaba hasta ahora, sino un físico alemán a quién el FBI también investigó. Para sostener sus tesis, aporta una serie de documentos desclasificados por el FBI. Una noticia ajedrecística entretenida y digna de un suplemento dominical 😉