Antes de entrar en disquisiciones numéricas, lo primero es lo primero. Y esto es felicitar al CTD Naranco por la consecución de su segundo título absoluto. Ha pasado casi quince años del primero y eso quizá lo convierte en más valioso, porque ha sido logrado por una nueva generación.
A la finalización del campeonato en 2013, escribía en esta web sobre los 14 de 17 títulos logrados por el Uni. Lamentablemente no serán 15 de 18, y este año se ha estado más cerca del descenso que de los puestos de cabeza. La deriva generacional del ajedrez asturiano es la que es, y el Uni no es ajena a ella, habiéndola sufrido en mayor medida. Será difícil que haya un 15 de 19, pero no se dejará de intentar pues hay todo un año por delante para planificar la nueva temporada.
Pero es un buen momento para repasar los números de la historia. Lamentablemente el mundo del ajedrez -especialmente el aficionado- es bastante dado a pasar por encima de las marcas más allá de los rankings de elo. Lograr una racha similar a la del Uni llevaría a cualquier club a marcarse una meta a muy largo plazo, más allá de dos décadas. Es cierto que podría lograrse en unos quince años, pero posiblemente las propias fricciones del proceso llevarían a perder alguna temporada; para empezar, uniendo a toda una constelación de los mejores jugadores asturianos.
Posiblemente en 2035 el record del Uni aún perdure (¿ampliado?) y no haya sido superado. El aficionado al ajedrez nunca debería olvidarse de los records más cercanos, para nada comparables a los que hayan podido marcar Kasparov o Carlsen, pero igualmente meritorios.