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Stockfish para Linux

Rybka o Fritz son los motores de análisis más usados en el ajedrez. Quizá por estar empaquetados para ChessBase son los más fáciles de usar ¿Pero que pasa si no usas Windows? Siempre nos quedará Stockfish.

Stockfish es un motor de análisis compatible UCI y es software libre. Deriva del clásico Glaurung y en su versión 1.9 está considerado el segundo motor más fuerte del mundo tras Rybka. En opinión de sus autores es comparable a Rybka en fuerza de juego.

¿Cómo instalamos Stockfish en Linux? Las instrucciones están basadas en Ubuntu 9.10 pero son similares para cualquier versión superior, para cualquier otra distribución basada en Debian e incluso para distribuciones basadas en paquetes RPM. Lo primero que necesitamos es un visor, pues Stockfish es sólo un motor sin GUI (o sea, sin visor). Existen varios visores disponibles para Linux, pero Scid es el mejor pues reune muchas de las funcionalidades de ChessBase. Viene incluido en las últimas versiones de Ubuntu y Debian en su versión 4.2 por lo que la instalación es tan sencilla como recurrir a Synaptic (el instalador de programas), buscarlo en él e instalarlo. Ojito, que no aparece en el Centro de Software de Ubuntu, pero sí en Synaptic.

Instalado Scid, debemos descargarnos Stockfish. En su web está disponible para Windows, para Mac OS y para Linux. Desgraciadamente, para Linux sólo se incluye el código fuente. A ver cuando los desarrolladores se deciden a crear ellos mismos sus paquetes instalables deb o rpm 😉 Por eso, no lo descargaremos de ahí, sino de la selección de paquetes disponibles para Debian. Tan sencillo como escoger uno de los múltiples mirros y elegir «instalar» cuando el navegador proceda a su descarga.

Ahora viene la parte más compleja para los no muy puestos en sistemas Linux. ¿Cómo lo añado a Scid? En Herramientas – Motor de análisis #1 podemos obtener una lista de los motores instalados, y como veremos no está Stockfish añadido. Seleccionamos nuevo y se nos abre la ventanita para suministrar los datos necesarios, ninguno excesivamente complejo excepto el de «orden», donde deberemos buscar el motor en el directorio usual de instalación en sistemas Linux /usr/games/stockfish. Más o menos la pantalla de configuración debe quedar tal que así:

A partir de este momento, ya tendréis en vuestro Scid uno de los mejores motores de análisis del momento y un Scid sin nada que envidiar a los sistemas ChessBase 😀

Como dato anecdótico, y por si alguna vez llegáis a luchar por un Campeonato del Mundo y se os queda pequeño vuestro ordenador de casa, os recuerdo que Stockfish funciona en sistemas Linux y admite hasta 8 procesadores simulatáneos. ¿Qué significa eso? Significa que nadie os impide crearos vuestro propio sistema de análisis en la nube con una imagen Linux en Amazon AWS y alquilar por horas un sistema de 8 procesadores en paralelo 😉 Ventajas del software libre que seguro que con Rybka no podríais conseguir …

Analizando partidas con el ordenador

Tras un par de semanitas sin escribir nada (y no por falta de ganas, porque … mejor me callo para cuando tenga ganas de escribir 😛 )  os voy a traer, simplemente, una recomendación. Un simple enlace a Tablajedrez donde Javier Maneiro ha publicado una entrada sobre el análisis de partidas con el ordenador. Por supuesto, sólo apto para pobres mortales, porque lo que cuenta seguro que son cosas sabidas en ciertos niveles. Y  es que algunas caen de cajón, como que de nada vale que el ordenador haga el análisis automático para saber donde pudimos ganar la partida que luego perdimos,  salvo que queráis iniciar el camino de la alopecia a puñados, claro está.

Así que sin más, os dejo con la entrada, en parte inspirada en una entrevista a Anand de hace unos años y en otra parte por un libro que desconocía, «How to Use Computers to Improve Your Chess» de Christian Kongsted. Y recordad que, como decía Tartakower «en ajedrez gana quién comete el penúltimo error», todo un genio que ya sabía hace décadas que la perfección en ajedrez no existe. Si no estás conforme con Tartakower, pregúntale a Rybka 😉

YingYang Chess

yingyangchess YingYang Chess es un programa de reciente aparición que sirve para conectar tu PocketPC o Smartphone (sólo con Windows Mobile) con los servidores de ajedrez FICS.

Dispone de interfaz en inglés y español y parece que permite seleccionar las opciones más usadas tales como buscar y ofrecer partidas o configurar el tablero de juego.

A ver si su autor (un saludo y gracias por la información) se decide a implementar la conexión con ICC, o mejor aún, si ICC se decide a colaborar (des)interesadamente para extender la conectividad FICS al viejo fork de ICC.

Linux para ajedrecistas (6): UNetbootin (Bonus Track)

¿Eres tan averso al riesgo que ni siquiera has intentado instalar tu Linux a pesar de mis sabias recomendaciones de que no pasa nada? ¿Quieres disponer de un lápiz USB que te sirva para llevar ficheros a cualquier ordenador pero también para arrancar cualquier ordenador con tu Linux favorito conservando las personalizaciones??

¡Es tu día de suerte! Prueba con UNetbootin, un software disponible para Windows o Linux que te permitará crearte tu propio USB autoarrancable y con un espacio en él legible tanto desde un sistema Linux, Windows o Mac. Además la creación la podrás hacer desde Windows o Linux, pudiendo elegir entre varias distribuciones y todo ello sin quemar ni un miserable CD.

¿No te gustan los procedimientos ciegos y automáticos por si hay problemas en el futuro? No te preocupes, también tienes el procedimiento manual a través de terminal para que en el futuro puedas hacer tus propias actualizaciones 😛

¿Qué más esperas para lanzarte de cabeza? 😉

Linux para ajedrecistas (5): si necesitas Windows, lo tienes bajo Linux

Por fín llega la última entrada (por el momento quizá) de la serie, que se ha hecho esperar, pero seguro que a estas alturas estáis disfrutando de vuestros Linux y hasta quizá os hayáis olvidado de Windows.
Y quizá muchos os estéis haciendo la pregunta de qué pasa si necesito «ineludiblemente» una aplicación que sólo existe para Windows. O sea, si soy un ajedrecista muy apegado al ChessBase y lo necesito sí o sí. Bueno, pues lamentando que aún sigas pegado a semejante programa que cierra tus datos bajo siete candados (el cerrado formato ChessBase, que como de todos es conocido no es leído por ningún software más a diferencia del estándar PGN) todo tiene solución y se llama virtualización.
La virtualización se diferencia de la emulación en que la emulación reinterpreta las instrucciones para una plataforma distinta, lo que conlleva disponer de una serie de potencia de tu procesador en uso de manera exclusiva para este proceso, mientras que la virtualización lo que hace es reservar una parte de tu máquina para ejecutar otro sistema operativo pero que funciona en la misma plataforma, lo que no exige intérprete. Bueno, seguro que no os habéis enterado de mucho y seguro que llega algún entendido en informática que lo define mejor, pero como el movimiento se demuestra andando lo mejor es que lo probeis por vosotros mismos. El único requisito, es tener RAM suficiente. Un ordenador con 2Gb de RAM podrá virtualizar Windows XP sin despeinarse, si en vez de eso tienes tres o cuatro Gb podrás tener varias virtualizaciones abiertas de manera simultánea 😉

¿Qué programa empleamos para virtualizar? Hay varios disponibles, pero ya que buscamos alternativas libres (aunque sea para correr software y formatos no libres 🙁 ) lo mejor es usar VirtualBox que se instala como un paquete más de vuestra distribución.Una vez instalado VirtualBox lo que tendréis que crear es una máquina virtual, que no es más que un ordenador «de mentira» en vuestro actual sistema operativo (recursos de vuestra máquina que permitiréis usar a virtualbox). A partir de ahí, por supuesto, deberéis instalar Windows desde cero teniendo en cuenta que todo lo que tengáis ahí es un Windows normal, con sus pantallazos azules, sus troyanos y sus virus, además de su ChessBase y su CBV, claro. Eso sí, como todo se guarda en una carpeta, podéis hacer una copia de seguridad de ese Windows recién instalado y cuando ya estéis rodeados de una buena familia de virus y troyanos pues sólo tendréis que sustituirlo por la copia de seguridad. No más reinstalaciones. Para meter datos en el ordenador virtual bastará con que empleeis un lápiz USB o, mejor aún, una simple carpeta compartida. Con ello podréis incluso evitar que el Windows virtual quede conectado a la Red con lo que eso supone en ganancia de seguridad.

Haced la prueba y veréis como de verdad no es una emulación, que al tener un ordenador Windows «falso» podéis instalar cualquier programa en él ¡incluso un antivirus! y el ordenador no se va a ver mermado en su capacidad al ejecutar Windows. Por supuesto, podéis también descargar e instalar un virtualizador para Windows e instalar Linux en él ¿pero qué gracia tendría eso? 😉

Si no os gusta virtualizar siempre tenéis la emulación clásica. Para Linux existe Wine que permite ejecutar muchos programas Windows de manera nativa bajo Linux, esto es, como un programa Linux más. Entre ellos se encuentran el ChessBase 9 o los programas de juego en ICC, pero a decir verdad, a mí me gusta más la solución del virtualizador, toda una declaración de intenciones de «si eres de Windows ahí en la esquina te quedas hasta que pueda prescindir de ti por completo».Wine viene rodeado de una serie de programas adicionales que te permiten instalar software comúnmente conocido (sí, eso incluye videojuegos) con poco más de un par de clicks, sirvan como ejemplo Play-on-Linux o los plugins de Cedega.

¿Con todo esto, qué te mantiene en Windows o Mac aún? 😉 Espero que alguno de los que me consta que estáis siguiendo estas entradas contéis vuestras experiencias de ex-usuarios windowseros …