Pide tú la fianza, que a mi me da la risa

Bueno, antes de seguir leyendo nada, recomendaría ver el siguiente vídeo que quizá nos pueda dar una idea sobre como resolver un problema.

Tras este repaso a la filosofía del gran Supercoco, vamos a enunciar brevemente los antecedentes:

– Allá por 2007: se lanza una circular en la que se anuncia un futuro sistema de liga profesional para la División de Honor.

– Noviembre de 2008: en una Asamblea, un tanto retrasada, se aprueba un calendario en el que se fija como fecha de un grupo de División de Honor 16 a 20 de septiembre.

– Junio de 2009: en otra Asamblea se cambia la fecha para 20 a 24 de septiembre, nada nuevo y que no hagan otros deportes ni federaciones autonómicas.

– Agosto de 2009: se abre el plazo de inscripción en División de Honor solicitando a los equipos participantes una fianza de 1.000 euros para garantizar que se van a presentar a jugar.

Llegado este momento, los más hábiles ya habréis obtenido alguna conclusión. No obstante, si no es así, antes de seguir podéis inspiraros en este otro vídeo sobre como hacer normas, reglamentos y contratos.

Imbuidos de la sabiduría marxista, podemos continuar. Y lo primero es dejar claro que lo menos importante aquí es la cantidad. Y es que a quién esto escribe le gustaría que la fianza fuera no de 1.000 euros, sino que la fianza a depositar hubiera sido de, pongamos, 6.000 euros. A ver si había huevos de pedirla …

Porque una vez más, volvemos a ser víctimas de la miseria propia. Cuando se exige una fianza es para garantizar el cumplimiento de una obligación y, en caso contrario, resarcirse de los daños. Que un equipo no se presente a jugar y deje mil euros indica que estos daños no son muchos. Sí, todos lo entendemos, quizá un par de fotos no se publiquen en ChessBase y el ChessResults tenga un par de líneas menos. Siendo generoso, quizá se lograran seis espectadores para el torneo gracias al equipo que tendría que descansar, lo que probablemente sextuplicaría la expectativa de espectadores … ¡Quizá sea el equipo ausente el que debería cobrar por haber aumentado el número de espectadores!

Ahora, si se atrevieran a pedirnos 6.000 euros quizá es que las cosas fueran mejor. Quizá hubiera patrocinadores que estuvieran interesados en el evento y con los que se quedaría muy mal dando una imagen de … ¿ajedrecistas? Quizá se hubieran hecho una serie de gastos para el evento que fueran proporcionales al número de equipos participantes, quizá se hubiera publicitado el torneo en el mobiliaria urbano ¡quizá incluso se hubiera enviado una invitación oficial por parte del Alcalde de la ciudad al club! No sé, ese tipo de cosas que me cuentan que a veces pasan en otros eventos como pueden ser las ligas de cartas de Magic, la colombofilia o incluso algún torneo de ajedrez de pueblo.

Toca vídeo de nuevo antes de seguir.

Ahora que estamos todos en un elevado grado de inocencia digno de Heidi seguro que alguien recuerda lo que pensó al principio. Que la responsabilidad debe proceder de las dos partes. ¿Deben por tanto exigir los clubes una fianza a la FEDA por los derechos adquiridos al alcanzar la categoría? Seguro. La categoría no se alcanza gratis, llegar a División de Honor exige esfuerzo y trabajo. Pero por lo visto, su valor es menor. Al fin y al cabo los clubes sólo son los cooperadores necesarios para … para … para … ¿un torneo sin ningún tipo de repercusión a pesar de tratarse de la máxima categoría del ajedrez nacional? Debe ser por eso que las fechas se cambian alegremente tras varios meses anunciadas, y qué más da los perjuicios que se les puedan causar a los clubes, que más da si algunos jugadores ya tenían una planificación realizada o que más da si incluso algunos pudieran ya haber sacado billetes, que más da ….

En definitiva, espero que para próximas ediciones se exiga una fianza de 6.000 euros. Y sobre todo, que tengamos un torneo a la altura de la fianza, que falta hace.

Próximamente, más.

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