Reinas medievales en el ajedrez

En un libro aparecido hace unos meses y titulado Reinas medievales en los reinos hispánicos, su autora, María Jesús Fuente, recoge un texto del siglo XIV escrito por el fraile italiano Jacobo de Cessolis.
Lo más interesante del texto original y de la interpretación dada por la autora no es sólo la designación jerárquica de la sociedad, sino también la descripción de las profesiones que representan los peones, que da una idea de cómo era la vida en el siglo XIV, un siglo complejo en que parece que se ceban todas las pesadillas que puede tener una sociedad, guerras, hambres, peste, revoluciones del campesinado, herejías y represiones de todo tipo. Y, por supuesto, la metáfora que se plasma perfectamente en el ajedrez.

Extracto del libro Reinas medievales en los reinos hispánicos:

En los primeros años del siglo XIV, un fraile dominico italiano, Jacobo de Cessolis, escribió un libro titulado El juego del ajedrez o Dechado de Fortuna. En él comparaba las fichas del juego y sus normas de funcionamiento con las reglas que regían la sociedad de su tiempo; no en vano el título exacto de su tratado era Libro de las costumbres humanas y de los oficios nobles, a la manera del juego de ajedrez. El juego de ajedrez, que se inició posiblemente en Persia y pasó a Occidente a través del mundo árabe, pronto se incorporó a la cultura europea, aunque con un significado diferente. De un simulacro de guerra, pasó a ser un juego en el que cada pieza era símbolo de un grupo social. Los alfiles eran los jueces, las torres eran los caballeros y funcionarios designados por el rey, los peones eran los trabajadores que desempeñaban diferentes ocupaciones. Entre todas las piezas sobresalía la dama, la reina: ¿por qué?, ¿qué simbolizaba la reina?
La reina ocupaba el lugar que en el tablero árabe tenía el visir o primer ministro del califa; podía pensarse, pues, que su papel sería similar o equivalente al de ese consejero del califa o rey. El propio Jacobo de Cessolis exponía en su libro las características que debería reunir la figura de la reina así como el simbolismo de sus movimientos en el tablero (1). De acuerdo con las normas de este juego, la reina tenía derecho a pasar por encima de los alfiles, es decir, de los jueces, así como de las torres símbolo de los funcionarios, y por supuesto, de los peones. Consideraba que la reina tenía autoridad por derecho propio, y que las otras piezas de la sociedad solo la tenían por delegación del monarca. Además, a la hora de asignar un peón a la reina, el que le colocaba al lado representaba a los médicos, los boticarios y los especieros, como símbolo de la preocupación de la reina por la conservación de la salud y del bienestar de su pueblo. La importancia de la reina en el juego del ajedrez queda patente si se tiene en cuenta que la pieza fundamental para ganar la partida es la dama, pues quién toma la reina gana el juego.

La reina como pieza de juego en el tablero de ajedrez es un buen símbolo de las jóvenes princesas, reinas o mujeres de alta alcurnia movidas por los varones de la familia como piezas en los juegos políticos en los que participaban. El estudio de las mujeres que ocuparon los tronos de los reinos hispánicos durante la Edad Media ha pretendido colocar a cada una de ellas en el tablero de su tiempo. Se las movía como piezas de juego, o en ocasiones se movían ellas mismas en el tablero, que, tomado como símbolo del territorio político, era un elemento cambiante en el tiempo y en el espacio.

(1) J. De Cessolis dedica dos capítulos titulados De la figura y costumbres de la dama, que representa a la reina y Del andar de la dama, por la cual se entiende la reina.